Conferencia del Ing. Carlos Slim Helú en la Universidad Anáhuac.
Me da mucho gusto estar con ustedes, es un honor; además. Si quieren hago un poco de historia sobre la evolución de la economía mexicana, para poder entrar a lo actual, para tener más perspectiva.
Evolución de la economía mexicana
México, en 1931, hizo un pacto sin precedente que le llamaron Movimiento Revolucionario del Congreso, integrado por diputados de este Congreso de México, la Cámara de Comercio y la Cámara de la Industria, porque estaba muy mal la situación, a causa de la recesión. Entonces hicieron una campaña que se llamó la Campaña Nacionalista, donde el lema era “consuma lo que el país produce”. De ahí se inician, no sé si es casualidad o no, 50 años de crecimiento de México al 6.2 por ciento, 50 años continuos; claro, también eso se debe a que estábamos muy rezagados y se plantea el pasar de un México agrícola y rural a un México urbano e industrial.
La época de oro de esa etapa, de esos 50 años, fue del año 58 al 70, donde estaba don Antonio Ortiz Mena en Hacienda y el Banco de México, en donde se crece de manera muy rápida, se tiene una inflación muy baja, se tienen tasas de interés y financiamiento a largo plazo, etc.
Ese crecimiento sostenido logra que México no solamente crezca mucho, se industrialice y deje de ser un país fundamentalmente rural y agrícola que vivía en el autoconsumo (o sea, la gente vivía casi prácticamente de lo que producía, lo consumía, no participaba en la compra de muchos otros bienes fuera de las herramientas que necesitara para trabajar), sino también, aunque se creció al 6.2, hubo un crecimiento de la población enorme que todos sabemos, crecíamos al tres y pico.
Se pasó de un país agrícola y rural a un país industrial y urbano
En esa época de los años 30, la población debió haber sido de 17 millones de mexicanos, 16, 15; en los 40 hablábamos de 20, entonces había un anuncio que decía: “20 millones no pueden estar equivocados”, que creo que era de Corona, la cerveza, entonces éramos como 17 millones, bueno yo todavía no nacía. En esta campaña participó la Cámara de Comercio, estuvo don Cayetano Blanco Vigil, papá de Nieves Noriega y estuvo mi papá también por las cámaras de las que formaban parte, bueno, eso fue en 1931.
El movimiento que ocurrió en aquella ocasión, de pasar de un país agrícola y rural a un país industrial y urbano, le dio mucho vigor al país porque el crecimiento se retroalimentaba conforme se iba haciendo construcción de caminos, de vivienda, de fábricas, de trabajo en las fábricas, etcétera.
Ese proceso, creo yo, es el mismo que hoy está haciendo China. China lleva 20 años creciendo al 9.5, y es también un país rural, muy rezagado, en el autoconsumo y agrícola, pero está pasando de una agricultura muy primitiva de autoconsumo a estar volviéndose un país, ya no industrial, sino de la nueva civilización que estamos viviendo.
Ya es un país donde se está educando mucho a su gente, a su población, poco a poco. Es un país en el que se está absorbiendo mucho la tecnología propia de esta nueva civilización y que está avanzando mucho, muy rápido, pero con una visión de muy largo plazo, o sea, ellos no están pensando en los 20 años pasados o en los 20 años próximos, sino en muchos años, porque siendo mil 300 se habla todavía de que el 70 por ciento está en el rezago, 900 millones, pero hay 400 millones de chinos que ya están en el mundo urbano, más educados, participando de una sociedad más moderna, más preparados, y eso es lo que le da ese gran vigor. Es de esperar que su proceso tarde todavía muchos años.
En México, este proceso se interrumpe por los excesos de los gobiernos de los años 70 y 80, que tuvieron déficit muy altos, a pesar de que se creció muy bien. Hubo déficit fiscales, gastaron dinero prestado de los famosos petrodólares, no sé si oyeron hablar de algo así, hubo un auge del petróleo, los países petroleros no sabían qué hacer con el dinero, iban a dar a los bancos, los bancos lo reciclaban, le prestaban a los países y los países gastaban irresponsablemente, al igual que los banqueros que les prestaban.
Pero por ahí de 1981 y 82, no solamente estaban endeudados, sino que el interés subió al 21 por ciento, ¿se imaginan pagar 21 por ciento o 22 por ciento de intereses? Los países entraron en una gran crisis, esa gran crisis del 82 fue una crisis terrible, fue una crisis de la deuda externa que no solamente afectó a México, sino a muchos otros países y a toda Latinoamérica.
Después de esa crisis vinieron programas de ajuste, uno de ellos se llamó el Consenso de Washington, en donde surge el famoso modelo que es el que se ha seguido de alguna forma, pero que es un programa de ajuste. Entonces hemos estado 23 años con un crecimiento per cápita prácticamente nulo, es decir, crecemos, la población está creciendo, vamos a decir, al 1.8, 1.7, -yo digo que ya crece aritméticamente, o sea, que es una cantidad de mexicanos cada año del orden de un millón 700, un millón 800 quizá-, y la economía crecía casi al 2 por ciento, o sea que era muy poquita la diferencia entre el crecimiento económico y el crecimiento de la población, y además no solamente crecía poco, sino en forma irregular, de repente crecía bien, luego venía una crisis como la de 95, 94, etc.
Crecimiento de la economía al 2 por ciento en 23 años
Llevamos veintitantos años sin crecimiento per cápita. O sea que la economía ha crecido como al 2 por ciento en 23 años, ese crecimiento es insuficiente para un país como México.
Afortunadamente ha habido una válvula de escape muy importante, desgraciadamente y afortunadamente, que es que se van a Estados Unidos 400 ó 500 mil personas a buscar trabajo cada año.
Hay muchas zonas del país, en esas zonas rurales que antes encontraban trabajo en la ciudad, ahora se tienen que ir a Estados Unidos a trabajar y mandan mucho dinero a México. Entonces estamos hablando quizás de 10 millones de personas que se han ido en estos años y que están mandando de 18 a 20 mil millones de dólares, son cifras muy grandes y es realmente un doble efecto positivo el que este medio millón de personas encuentren trabajo en otro lado y que pueda mandar remesas.
Pero al mismo tiempo, es triste que no hayamos podido generar empleos aquí ni retenerlos, ni siquiera que puedan regresar para encontrar trabajo aquí. Tenemos ya un grave problema de 23 años de un crecimiento escaso, desde la crisis del 82, en que hay años buenos, años malos, pero revueltos unos con otros, da un crecimiento casi igual que la población, a pesar que se han ido muchos mexicanos, si ese medio millón se hubiera quedado en México, el crecimiento por habitante hubiera sido prácticamente negativo.
Ese es el esquema de estos 23 años, mismo que ha significado problemas graves ya que no hay oportunidades de empleo, no hay crecimiento, la gente tiene que irse a encontrar trabajo en otros lados y una marginación o rezago que ha continuado acentuándose.
Entonces de ahí planteamos que lo que tenemos que hacer es pasar de planes de ajuste a planes de desarrollo, y que nos pongamos de acuerdo los mexicanos, porque la historia nos ha enseñado que cuando hemos estado desunidos hemos tenido muchos problemas. Por ejemplo, después de la Independencia, durante 55, 56 años se dieron guerras fraticidas, después vino la Revolución, también fraticida, en que destruimos, nos invadieron otros países, perdimos la mitad del territorio. Ha sido fatal cuando hemos estado desunidos.
Por ejemplo, tener una inflación baja es muy importante, tener un déficit fiscal cero o balanceado es muy importante, pero son instrumentos, no hay que verlos como objetivos nacionales.
Sabemos que los problemas no se atacan ni se resuelven con acuerdos ni con leyes, hay que realizar acciones para resolverlos y aquí hay algunas esbozadas. Hay que hacer reuniones, seminarios y buscar especialistas. En este punto nos puede ayudar mucho la universidad.
Sabemos que Pemex es muy importante, es la empresa más importante de México, con mucho y de América Latina, pero se maneja dentro del presupuesto público. Aquí dijimos, legislar para que las empresas del Estado tengan una gestión autónoma. Esto quiere decir que se administren de manera autónoma, como grandes empresas que son, sin interferencias políticas, desvinculadas de los presupuestos públicos, es decir, que no formen parte del presupuesto balanceado en el que el ingreso más egreso es cero. Entonces, lo que pasa es que Pemex no puede hacer inversiones, ni puede ser operada con transparencia por órganos de gobierno profesionales, con un Consejo de Administración cuyo mandato sea maximizar la riqueza nacional, reinvertir utilidades y fomentar el mantenimiento y desarrollo de la empresa, con consejeros independientes que nombren y remuevan al director general y que decidan sobre las inversiones y compensaciones, que cada vez que se requiera hacer una inversión no tengan que pedir permiso al presupuesto y al fisco, y si se sale del presupuesto entonces ya no se puede hacer la inversión. Y son inversiones tan importantes, que es una locura no hacerlo. Pemex debe operar con un comité de vigilancia y auditoría y con la obligación de pagar impuestos como cualquier otra empresa productiva y también el impuesto sobre producción y servicios y los derechos que se tengan que pagar.
La nueva civilización
¿Qué pasa en esta nueva civilización? En la civilización agrícola, ahí me voy a meter a cosas religiosas, la doctrina cristiana fue muy generosa, muy anticipada, muy adelantada, porque fue hace dos mil años cuando la sociedad de aquella época requería de esclavos, requería de la explotación del hombre, requería de mantenerlo a éste como una máquina, el único interés era explotar al hombre y a la tierra. Esa sociedad agrícola necesitaba gente que trabajara arduamente, que consumiera poco para que sobrara lo más posible, por eso había esclavos. La esclavitud es propia de una sociedad agrícola, entonces el anticipar en aquella época, el amar a los otros, la contemplación, la caridad, fue muy importante.
Sin embargo, hoy es muy diferente. Ya cambió todo y yo hablo de hoy desde hace muchos años, pero que no nos hemos dado cuenta bien, yo diría quizás que desde la Segunda Guerra Mundial hay un cambio importante. Ahora ya no le interesa a la economía o a la sociedad explotar la mano de obra, explotar al hombre; ahora lo que le conviene es que el prójimo, que los demás, que la sociedad, que todos estén bien y que consuman mejor. O sea, ya no interesa la gente poco preparada y fuerte, para explotar su trabajo físico 12 ó 15 horas diarias, ahora lo que conviene es que trabaje con más conocimiento, que esté más preparada, que trabaje menos tiempo y que tenga capacidad de tener los satisfactores que la civilización ofrece, que tenga tiempo para cultivarse, para leer, para entretenerse, para hacer deporte, para viajar, para consumir, etc.
Lo atractivo y lo interesante de esta nueva civilización es que lo que antes era un problema ético o de justicia social, ahora es una necesidad económica. Por eso el avance chino, porque está incorporando cada vez más a su población a la economía y por esto también el caso nuestro, en el que no hemos crecido, pues mantenemos un rezago y una falta de crecimiento, porque no hemos atendido la incorporación de buena parte de la población marginada a la sociedad moderna, a la economía moderna.
De manera que el combate a la pobreza es la mejor inversión, desde el punto de vista económico, pues es incorporar a esa población marginada a la sociedad, a la economía y que sea parte de la economía moderna, que sea gente preparada, que sea gente que participe en el aparato productivo social y que pueda producir más para la sociedad en su conjunto.
A la sociedad le conviene que esas personas tengan capacidad y tiempo para comprar cosas, para pagar servicios, no solamente estoy hablando de bienes. ¿Y cuáles son esos servicios?, que se eduquen, que tengan estudios superiores, que disfruten el entretenimiento, que salgan de vacaciones, que tengan casa, que compren bienes, porque eso retroalimenta el crecimiento.
El crecimiento se retroalimenta y se sustenta en el bienestar de los demás, esto es muy importante. En esta nueva civilización tecnológica (se llama tecnológica pero es una sociedad de servicios, antes, se acuerdan, que era la sociedad industrial, la mayor parte de la población se dedicaba a la industria y anteriormente era al sector primario, agricultores, etc., actualmente es una sociedad de servicios, donde la mayoría de la gente se dedica a los servicios porque las máquinas pueden producir muy fácilmente bienes y ya no necesitan mucha gente que trabaje en ello), el desarrollo es un proceso acelerado que se da en pocos años.
Ya no es necesario decir: tenemos que sacrificar esta generación para las próximas o hay que sacrificar dos generaciones; actualmente este es un proceso acelerado que se puede dar en pocos años y que se retroalimenta al compartirse, esto muy importante.
México puede y debe entrar en este proceso virtuoso, como ya lo hicieron otros países, y aquí subrayamos otros países de culturas diversas y distintos continentes. No es que los chinos o los coreanos están todos trabajando. También está el caso de Europa, el progreso de España, de Irlanda, etc. Europa Central, que estaba rezagada, ¿lo recuerdan no? Desde 1989, que cae el Muro de Berlín, en sólo 15 años se están incorporando rápidamente a esta nueva civilización.
Aquí lo importante es que podemos insertarnos en esta nueva civilización y no requerimos de muchas generaciones o de muchos años para lograrlo, porque se inicia, se retroalimenta y se sustenta. No es de crear riqueza y que después se derrame, es de que se cree esta riqueza y lo que se reparte no es la riqueza misma sino el fruto de la riqueza, que es el ingreso.
Si mañana se le reparte riqueza a toda la población, que se les reparta por ejemplo Pemex, pero la gente no quiere tener mil acciones de Pemex ó 10 mil, lo que quiere es el ingreso. Entonces lo que necesita la población es un ingreso para vivir mejor, necesita un trabajo bien remunerado.
Combate a la pobreza
Hay otra cosa que ustedes conocen, el trabajo bien remunerado articula a la familia y a la sociedad, y si están articuladas la familia y la sociedad, la gobernabilidad es más fácil; pero también lo contrario desarticula a la familia, desarticula a la sociedad y complica a la gobernabilidad.
Entonces, es a todas luces social, política y económicamente fundamental el combate a la pobreza. ¿Cómo se logra el combate? Yo creo que con asistencia y con caridad sólo se mitiga temporalmente la pobreza. Lo que hay que hacer es asegurar salud, nutrición, educación y empleo, o sea, la mejor forma de combatirla es creando mejores fuentes de empleo y para que sean mejores fuentes de empleo es importante la educación o la formación de capital humano.
Conforme el hombre se civiliza, avanza tecnológicamente
La civilización ha ido avanzando por muchos años, pero hablando de los últimos vamos a decir ocho o 10 mil años, de ser cazadores, nómadas y recolectores, cuando encuentran valles ricos en fauna y flora, después de que se acaba la glaciación, entonces empieza a crecer la civilización, se ha ido acelerando.
El hombre, conforme se va civilizando, va avanzando tecnológicamente para hacer más productiva su vida, más efectiva y más fácil su existencia en la tierra, pero además, también va haciendo posible que más personas puedan vivir en sociedad. Probablemente hace diez mil años, había ocho millones de población total, o tal vez 10 diez, pero vamos a decir que fueran seis para hacerlo fácil, y ahora somos 6 mil 500, o sea que ha aumentado mil veces la población en estos años. Creo que hace dos mil años eran como 100, entonces ha crecido 60 veces y creo que llegamos a mil millones en el siglo XVIII, a finales.
Ahora somos 6 mil 500 millones, y ese avance ha permitido que la tierra pueda sustentar la vida de 6 mil 500 millones de personas y se ve que todavía va para largo. ¿Por qué?, primero se inventa el fuego, luego se inventa la rueda, el riego, los molinos de viento, el fertilizante, esos fueron los grandes avances de la agricultura, luego la industria aumenta mucho la capacidad de producir cosas. El fenómeno de que la sociedad deje de ser agrícola y se vuelva industrial y deje de ser rural y se vuelva urbana, es el desarrollo industrial; es la civilización industrial en la que se empiezan a inventar máquinas de alta productividad que permiten que lo que antes hacían 100 personas ahora lo hagan diez, entonces las otras 90 se dedican a hacer otra cosa.
Eso hoy también es un hecho. Ahora hay robots, hay equipos, hay máquinas rápidas, etc., que hacen que se produzcan bienes con facilidad y riqueza. Entonces lo que hay que hacer es conducir a la sociedad para que esos trabajadores que fueron desplazados se ocupen en actividades diferentes y normalmente lo que está ocurriendo en el mundo es que la gente que se dedicaba a producir bienes, o sea, los que trabajaban en las industrias, ahora se dedican a los servicios.
Si vemos películas de hace 50 años, casi todos eran obreros, trabajadores y todo ligado a la industria. Ahora la gente que se dedica al campo en Estados Unidos, creo que es el 2 por ciento de la población activa. Del 100 por ciento de la población, la activa es como el 40 por ciento, por dar una cifra redonda. En Estados Unidos solamente el 2 se dedica al sector agropecuario, y yo creo que como un 10 a la industria, a lo mejor la industria de la construcción ocupa más, pero el otro 80 se dedica al comercio, a la educación, a la salud, a la burocracia, al sector financiero, bancario, al entretenimiento. ¿Por qué?, porque con muy poco se produce mucho.
Hay que generar actividad económica
Lo que hay que hacer es absorber ese 25 por ciento de la población que vive en áreas rurales, que vive todavía en el autoconsumo y marginada, que se está teniendo que ir a Estados Unidos y hacer más productivo al campo, encontrarles fuentes de trabajo no en la industria, sino fundamentalmente en los servicios, por ejemplo, los servicios turísticos, la construcción de infraestructura, si nos vamos a meter muy fuerte, hay que propiciar la salud y educación. Entonces tenemos muchos campos en los cuales podemos generar esa actividad económica.
Orientar la economía hacia el exterior, es bueno para generar divisas, pero no es bueno si se descuida el sector interno de la economía, o sea, la economía doméstica.
Hay que atender a la economía doméstica con desarrollo del capital humano y de capital físico. Con eso se va a atender de manera sustancial, ¿cómo? pues hay que hacer 850 mil casas al año, hay que hacer muchas carreteras, hay que hacer muchos puertos, hay que darle manejo al agua potable, tratamiento al drenaje, el saneamiento del agua, aeropuertos, escuelas, hospitales y, por supuesto, invirtiendo mucho en formar capital humano, en educar en ciencia, tecnología y en desarrollo.
Finalmente aquí está el presupuesto y comparo el 2000 y el 2005, diciembre de 2000 y del 2005. Se hablaba que era necesaria una reforma fiscal para tener recursos para invertir, sin embargo el ingreso en estos años por el petróleo y el aumento de precios de la energía eléctrica, ha sido 4.8 por ciento del PIB, que es muchísimo dinero. Ese 4.8 son 110 mil millones de dólares. Pero también el gasto financiero bajó mucho, porque como bajaron las tasas de interés y ha crecido el PIB, por eso decía que había una situación favorable de baja en las tasas de interés, es otro 0.8 del PIB. Ahí ha habido un ingreso de 4.8 y un ahorro de gastos financieros de 0.8, eso da 5.6 por ciento del Producto Interno Bruto de aumento en porcentaje del PIB en estos años, y en cambio la inversión subió 0.7 nada más. Lo que pueden ver es que son tantas las presiones sociales y las presiones políticas, y la idea de un gobierno paternalista, etc., que además yo creo que hay que hacerlo en parte, en buena parte, yo creo que la asistencia social es muy importante, pero debemos orientarla al empleo y a la inversión.
Entonces, a pesar de este incremento, la inversión solamente ha subido el 0.7, eso es insuficiente. Más que cualquier reforma, lo que se necesita es combinar recursos públicos, inversión pública con inversión privada. Con eso sentimos que se le quita un techo y un freno a la posibilidad de inversión y al crecimiento nacional.
Muchas gracias.
Carlos Slim Helú.
29 de Noviembre, 2005.
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