Conferencia de la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas, Rebeca Grynspan, titulada "Garantizar la equidad. Nuevas Herramientas que Debemos Incorporar".
México, D.F., 27 de julio de 2012.

Presentador: Muy buenos días, sean todos bienvenidos. Vamos a dar inicio a la Sesión Plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo.

Sin más introducción, quisiera presentar a ustedes a una de las líderes latinoamericanas en el combate a la pobreza, especialmente en el combate a la pobreza en las mujeres: Rebeca Grynspan, quien es actualmente Subsecretaria General de Naciones Unidas y fue Vicepresidenta de Costa Rica en el período de 1994 a 1998.

Si es tan amable.


Rebeca Grynspan: Muchas gracias, muy buenos días. Encantada de estar aquí con ustedes.

Quiero agradecer enormemente al Presidente Sanguinetti, Presidente del Círculo de Montevideo, por la invitación que nos ha hecho; también a nuestro anfitrión, Carlos Slim, por la calurosa recibida que nos ha dado y la oportunidad de estar en esta reunión con todos ustedes.

Es bueno tener estas pausas en nuestra ajetreada agenda para pensar con cierta serenidad sobre los problemas del mundo. 
Permítanme empezar por algo que en este tema es inusual: Con las buenas noticias. 

En general, cuando hablamos de la desigualdad, de la pobreza, empezamos siempre por las malas noticias pero en realidad, si no creemos que la mejoría es posible, entonces esta es la principal receta para la inmovilización y la inacción.

Parte de lo que nos ha pasado es que como estamos tan llenos de malas noticias tan a menudo, creemos que la mejoría no es posible y por lo tanto, la responsabilidad colectiva y la responsabilidad individual se debilitan.

Déjenme comenzar diciendo que en el Informe del 2010 de Desarrollo Humano -donde el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo celebró 20 años del Primer Informe de Desarrollo Humano de 1990- hicimos un repaso de los últimos 40 años; especialmente de los últimos 20 pero recopilamos las cifras de los últimos 40 años, de 1970 al 2010.

Podemos decir, sin lugar a dudas, que en todos los países del mundo -con excepción de tres, que ahora mencionaré- los ciudadanos hoy son más sanos, más educados y más ricos que en 1970 y también que en 1990.

Las tres excepciones -no nos va a sorprender- son la República Democrática del Congo, Zimbabwe y Zambia. En todos los otros países del mundo el índice de desarrollo humano es hoy más alto que en 1970.

Como ustedes saben, el índice de desarrollo humano combina esperanza de vida al nacer, educación e ingreso.

Ese índice aumentó más del 40 por ciento en estas décadas y en los últimos 20 años alrededor del 18 por ciento.

Más aún, las brechas en educación y salud entre los países desarrollados y los países en desarrollo se redujeron más rápidamente que las diferencias de ingreso entre estos dos grupos de países

Déjenme dar sólo un ejemplo de lo que esto significa:

Hoy en día, por esas mejoras en el índice de desarrollo humano en el mundo, mueren  7 millones de niños menos por año de lo que en 1970, la tasa de 1970 hubiera implicado en el 2010.
Ahora bien, la pregunta es: ¿Ha sido mayor este avance en el índice de desarrollo humano en los países que han crecido más?

La respuesta es que con excepción de China, no es así. 

En China ha sido el crecimiento tan acelerado lo que ha llevado el liderazgo en el mejoramiento del índice de desarrollo humano, pero en el resto de los países, en los 10 países de mejor desempeño durante estas décadas, han tenido un crecimiento moderado, el crecimiento por supuesto ha sido importante, pero han sido las políticas sociales explícitas, ha sido el liderazgo valiente, ha sido la institucionalidad y la estabilidad lo que en esos países han hecho que el índice de desarrollo humano haya tenido un aumento mucho mayor.

Dos países que resaltan entre estos 10 mejores de desempeño, porque como sólo hablamos de los que han crecido menos, las historias positivas son más sobre China que sobre los otros, déjenme mencionarles algunos: dos de ellos en Asia, Indonesia y Corea del Sur y cinco de ellos en África, Burkina Faso, Etiopía, donde antes se daban las hambrunas, Mozambique, Ruanda, que vivió uno de los genocidios más infames a principios de los 90, o sea, en 20 años logró ponerse precisamente por un liderazgo valiente, por una política social explícita y por el crecimiento entre los mejores de desempeño en el mejoramiento del índice de desarrollo humano.

Ahora, ¿qué le ha pasado a la pobreza y a la desigualdad?

La pobreza y la desigualdad se han reducido significativamente, América Latina no es la excepción, América Latina tiene muchas buenas noticias que compartir, América Latina redujo la pobreza de más del 45 por ciento, al 30 por ciento y en 12 de los 17 países que estudiamos en América Latina por primera vez lo que llamaba Fajnzylber “el casillero vacío de América Latina”, que era la combinación de crecimiento con equidad, se llenó y 12 países de América Latina, de 17, redujeron la pobreza y la desigualdad al mismo tiempo que sostenían tasas de crecimiento moderadas, no a la China, pero estables.

¿Las razones?

Una menor volatilidad del crecimiento ha sido importante, una mejor institucionalidad, como mencionaba ayer el Presidente Sanguinetti, mejores políticas sociales y mejor institucionalidad social, y una que ayer no se mencionó, pero la otra razón para la baja, el decrecimiento de la pobreza y la desigualdad ha sido la masiva incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, porque ha sido el ingreso adicional de las mujeres en las familias lo que al mismo tiempo ha permitido una expansión de las clases medias, igual en el resto del mundo.

Está Magariños por aquí que habló ayer de la clase media emergente en el mundo, pues la incorporación de la mujer al mercado de trabajo ha sido un elemento fundamental para que eso haya sido posible.

También en los logros de los objetivos del milenio tenemos buenas noticias: Latinoamérica va a cumplir con el 80 por ciento de las metas propuestas, uno de los continentes que lo va a hacer mejor. Y déjenme darles dos datos con respecto a los objetivos de desarrollo del milenio, no los voy a enunciar, pero son los objetivos y los indicadores que se pusieron en el 2000, acordados por todos los jefes de estado del mundo.

Ya, de acuerdo a las cifras del Banco Mundial, en el 2008 con respecto a 1990, sin esperar la fecha límite, que es el 2015, el mundo ha reducido a la mitad la tasa de extrema pobreza. Ya para ahora el objetivo de reducir la extrema pobreza a la mitad, aquellos que viven con menos de 1 dólar 25 se ha reducido a la mitad en términos porcentuales.

Por supuesto que esta reducción ha sido muy importante en Asia, especialmente liderada por China, pero también en los otros países, inclusive en el Sub-Saharan africano se ha reducido la extrema pobreza.

Ya se alcanzó el objetivo del Milenio de acceso mejorado a las fuentes de agua y ha habido importantísimos avances en malaria, en tuberculosis y en SIDA, por mencionar algunos.

En educación probablemente vamos a lograr alcanzar el objetivo de educación universal en la primaria y de equidad entre niñas y niños en la primaria en muchos de los países del mundo.

Entonces, si todas estas buenas noticias son verdad, ¿por qué seguimos preocupados? ¿Por qué sigue siendo importante el tema de la desigualdad y de la pobreza?

En primer lugar, porque nos falta la otra mitad. Todavía hay más de 1.3 millones en el mundo que viven en la extrema pobreza.

En América Latina, porque todavía un 30 por ciento de personas viviendo debajo de la pobreza para países de ingreso medio, como América Latina, no es aceptable.

Pero déjenme darles cuatro razones generales tratando de ligarlas a las discusiones de ayer que me parecen importantes.

En primer lugar, el argumento de la ética y los valores. La adhesión de occidente a los derechos humanos y su indivisibilidad, esto no es trivial, lo vimos ayer con atención mencionado por el Presidente Lagos, mencionado por Enrique Iglesias, hablando de la necesidad de entender mejor la cultura y en ella los valores, la perspectiva histórica y el concepto de tiempo para la civilización occidental y la cultura asiática y la china, en particular.

Por lo tanto, la reafirmación de los valores que  mueven nuestras sociedades es tan importante para la dinámica que estamos discutiendo, como lo económico en sí mismo, y así es también para nuestra querida América Latina.

En segundo lugar, el impacto de las desigualdades y la pobreza sobre la sociedad, sobre la estabilidad y el crecimiento.

Hablábamos ayer de la “Primavera Árabe” y se decía que parte del detonante de la “Primavera Árabe” fue el aumento de los precios de los alimentos; sí, sí es cierto.

Pero sin duda eso fue un catalizador, porque la intersección en estos países de la exclusión de las oportunidades económicas y de la política, de la voz de amplios sectores de la población, sin duda fue el tema estructural que promovió la revolución que encontramos.

Pero muy interesante, no fueron los pobres, fueron los sectores medios. En Túnez fueron los jóvenes educados, sin oportunidades de empleo, los que movieron el cambio en ese país.

Inclusive, déjenme decirles que Túnez era uno de los países que mostraba mejor desempeño en el índice de desarrollo humano agregado en los últimos 40 años, entre el 1970 y el 2010. Y es en Túnez donde comienza efectivamente el cambio que estamos viendo en esa región.

Son los sectores medios que ven en el nepotismo y en la corrupción, en la falta de institucionalidad, en la exclusión de la política y la voz los que consideran esa situación inaceptable y promueven el cambio.

Ya en varios informes de desarrollo humano para la región árabe que fueron fuertemente criticados por los regímenes entonces, se hablaba de los tres déficits en esa región que eran insostenibles: El déficit democrático, el déficit en la equidad de género y el déficit en el empleo.

Aprendimos entonces de ese análisis también el problema de los promedios, y ese es un problema que tenemos también en América Latina. Ahora decimos que debemos de liberarnos de la tiranía de los promedios.

En las sociedades desiguales los promedios esconden más de lo que revelan. Y en muchos de los países donde de repente vivimos una inestabilidad es porque hay sectores de la población que no se benefician de los promedios con los cuales tomamos decisiones y creemos que todo está bien para todos de la misma manera.

Lo que hemos vivido en estos tiempos en el resto del mundo demuestra la importancia de corregir ese hecho. Y por tanto, desarrollamos un índice de desarrollo humano corregido por la inequidad.

Y quiero compartir con ustedes sólo algunos datos. El mundo pierde un 23 por ciento de su índice de desarrollo humano por desigualdad, un 23 por ciento; eso es en promedio, pero no es igual para todos los países.

Noruega pierde el seis por ciento, Canadá  menos del nueve, Estados Unidos el 15, Uruguay el 16, Argentina el 19, Costa Rica el 20, México está en el promedio mundial y Colombia por encima, con más del 30 por ciento de pérdida de su índice de desarrollo humano por efecto de la desigualdad.
Me referiré también al índice de género dentro de un momento.

El segundo punto que quiero hacer es el impacto de la desigualdad en la posibilidad de mantener un crecimiento económico, dinámico y estable, más allá de los efectos de la desigualdad que mencioné anteriormente, la inestabilidad política, la legitimidad del Estado y el fortalecimiento democrático, que creo que también va a ser tratado por Manolo después.

Pero últimamente se ha escrito sobre dos efectos que quiero compartir con ustedes, dos efectos adicionales: uno, sobre el endeudamiento a los hogares y esto está muy motivado por lo que está pasando en Estados Unidos, y el segundo por los desbalances internacionales de los que hablamos ayer. Explico rápidamente.

En Estados Unidos, el crecimiento de la desigualdad en las últimas décadas ha sido muy grande, cuál es la manera en que si se concentra el ingreso y los de mayores ingresos tienen una propensión a ahorrar mayor, cómo es que se mantiene el nivel de demanda agregada para el crecimiento económico.

Uno puede exportar, pero Estados Unidos tiene déficit comercial, eso no resultó; puede expandir la parte fiscal, pero lo otro que puede hacer es endeudar a los hogares pobres o que no han mejorado sus ingresos, que fue el camino que se escogió en Estados Unidos.

Por mucho tiempo, esa mayor concentración del ingreso que tenía que buscar formas rentables de inversión, invertía en forma, en este caso la vivienda, donde se endeudaban hogares que finalmente hacían eso insostenible, porque esos hogares no podían pagar, pero eso mantuvo la demanda agregada de Estados Unidos por mucho tiempo.

Muchos, no como única razón, pero muchos han empezado a escribir que la desigualdad ha sido también una de las razones que han promovido las burbujas inmobiliarias en muchos de los países del mundo, porque la distribución del ingreso hubiera sido mejor si los salarios hubieran subido, y me referiría también a China, como lo dijo ayer José Antonio; hubieran podido tener deudas sostenibles, porque hubieran podido pagar, porque sus ingresos hubieran estado respaldados por una mejora de la distribución y no por el empeoramiento que se dio durante esas décadas.

Esa es una razón importante por la que la desigualdad tiene que ver también con el tema de la estabilidad y el crecimiento mundial, pero también tiene que ver con el tema de los desequilibrios en la cuenta corriente de que hablábamos ayer.

Mencionaba José Antonio que parte de lo que uno quisiera es una China que aumentara los salarios o una Alemania que aumentara los salarios y una China, por ejemplo, que además de eso pudiera promover mejor salud y sistemas de pensiones para sus trabajadores.

Eso bajaría el superávit de cuenta corriente en China y mejoraría las perspectivas para el resto del mundo, tratando de balancear la insostenibilidad de superávits permanentes y de déficits permanentes que estamos viviendo hoy en día.

Decíamos ayer que, además, si la elasticidad, crecimiento, exportaciones va a bajar, con mayor razón el tema de la desigualdad, especialmente crecimiento de la desigualdad en China y crecimiento de la desigualdad en Estados Unidos, son factores de inestabilidad mundial que se corrigen con la misma receta, que es una mejor distribución de los ingresos al interior de esos países.

El tercer punto que quiero hacer muy rápidamente, es el punto de la correlación. No digo causalidad, pero sí de la correlación entre conflictividad social y violencia con el nivel de desigualdad.

No hemos encontrado esa correlación con el nivel de pobreza, pero sí hemos encontrado esa correlación con el nivel de desigualdad.

Y no me malinterpreten, porque yo se que el crimen organizado y el narcotráfico, son un fenómeno que tiene una dinámica y origen propio.

Pero, sin duda, se nutren de una oferta de mano de obra de la juventud excluida, 25 por ciento de los jóvenes de América Latina no estudian y no trabajan, 25 por ciento. Uno de cada cuatro de los jóvenes entre los 15 y los 24 años de la región Latinoamericana, no están insertos en ningún marco de institucionalidad ni educativa ni laboral y, sin duda, eso es un elemento importante a considerar, mencionaba ayer José Miguel Insulza este tema como fundamental.

En este punto, quisiera mencionar también la violencia doméstica, que es la violencia social más extendida y que afecta a los hogares, independientemente de su origen social y que tiene como base la inequidad de género.

Poco mencionada ayer, que con excepción de los hogares monoparentales, la equidad de género debe dejar de ser la preocupación de las mujeres y comenzar a ser una preocupación de la sociedad.

Recuerdo un libro de Stephen Swait “El Mundo de Ayer”, donde él decía que aparte del advenimiento de nazismo, habían dos cosas del nuevo mundo que le decían a él que el mundo en el que él había crecido había muerto, ya no existía.

Esas dos cosas habían sido la aparición de la incertidumbre; y la segunda, el nuevo rol de la mujer.

Sin embargo, en los análisis que hicimos, que hacemos muchas veces, este elemento que representa el 50 por ciento de la población, como dije, elemento fundamental en el combate de la pobreza y la inequidad, elemento fundamental en la emergencia de las clases medias a nivel mundial, elemento fundamental en aumentos de productividad y en los cambios en el mercado laboral, no es mencionado como elemento importante, a menos que las mujeres vengamos y digamos eso en una audiencia tan amable como la de ustedes.

Déjenme decirles que un tema fundamental dentro del problema de la inequidad y del desarrollo social y el impacto sobre la economía y la estabilidad, es algo que quiero ligar al mercado laboral.

Y es la falta de concordancia entre este ingreso masivo de las mujeres al mercado laboral, este aporte de las mujeres al ingreso familiar con las cosas que se tienen que desarrollar paralelamente para poder conciliar familia y trabajo.

Uno de los problemas más serios que estamos viviendo en términos de la reproducción social, es que las mujeres se incorporan al mercado de trabajo sin que la infraestructura social, sin que la sociedad asuma, junto con la familia, hombre y mujer, la corresponsabilidad de la infraestructura social necesaria para que esos niños, esas niñas crezcan en ambientes sanos, en ambientes educativos que permitan su incorporación como ciudadanos de bien a la vida social.

La conciliación entre trabajo y familia se convertirá, en mi opinión, en uno de los principales problemas y retos a enfrentar para seguir por el camino del crecimiento con equidad hacia el futuro y en él vamos a necesitar a la empresa privada. 

Esto no lo puede hacer el Estado solo, necesitamos una empresa privada que logre encontrar fórmulas, junto con la sociedad, para poder llevar adelante esa conciliación. 

Déjenme decirles que América Latina se ha puesto a la vanguardia del mundo con un programa que se llama El Sello de Calidad de Equidad de Género, donde más de mil 400 empresas en América Latina, como si tuviéramos el ISO-9000 en cuanto a equidad de género en el ambiente laboral, ya se han adherido a este programa que ha sido un éxito que vamos a exportar a otras regiones del mundo y que yo esperaría que aquí en México se acoja con gran entusiasmo.

Paso muy rápidamente a lo que yo considero son los principales retos a futuro y también las amenazas globales. 

Una de las principales amenazas para el crecimiento con equidad y para seguir bajando la desigualdad y la pobreza es el cambio climático.

El tema de los desastres naturales está afectando de manera excesiva a los sectores más pobres de la sociedad, a los países más pobres de la sociedad, la recurrencia de los fenómenos naturales efectivamente tiene una correlación con el cambio climático.

Esto lo vemos en todos los países pero ayer, cuando teníamos la tormenta en México, también nos acordamos de ese elemento que paraliza el tránsito.

Los países van a tener que dedicar recursos, de manera creciente, no sólo al tema de mitigación del que hablaré un momento, sino también al tema de la adaptación al cambio climático porque no se trata de algo que va a pasar; es algo que está pasando, el cambio climático es algo que ya nos está afectando.

Más y más recursos en el mundo se están dedicando cada vez al tema de la adaptación al cambio climático.

La segunda -no me voy a expandir en ella- la crisis Europea, por supuesto también la crisis del euro, las noticias de ayer son alentadoras.

Decíamos –como chiste- entre nosotros que seguro oyeron las conferencias de la mañana, entonces el Banco Europeo decidió actuar; pero efectivamente, las noticias de ayer son mejores. 

Y la tercera que se mencionó por parte del Presidente Calderón muy elocuentemente, es el tema de la inseguridad alimentaria; el tema de la  tierra, de la sostenibilidad, de la producción agrícola, de los precios de los alimentos, será un elemento fundamental de la economía política, del tema del crecimiento y de la estabilidad en el mundo para los próximos años. Es un tema que requerirá de mucho mayor análisis por parte de los líderes internacionales.

¿Cuáles son retos de política social y no sólo las amenazas globales?

El primero, para mantener el crecimiento con equidad, es proponernos lo que llamamos ahora la Agenda Cero: Eliminar la pobreza extrema del Continente Americano. 

Esa es una tarea del siglo pasado -es posible hacerlo- y llevaría a estas sociedades a un nivel de evolución muy distinto. 

El segundo, otra revolución educativa para reproducir el efecto positivo que se dio precisamente en estas últimas dos décadas.

Parte de la mejoría en la desigualdad ha sido por supuesto la política social de las transferencias condicionadas de ingreso, por ejemplo, tanto en Brasil como en México; pero lo otro ha sido la expansión educativa, que redujo la desigualdad en el mercado de trabajo.

Pero la expansión educativa que vimos en las dos décadas anteriores no es suficiente para mantener las mejoras en equidad que necesitamos para las dos décadas que siguen.

En esa filmina que voy a repartir, ustedes pueden ir a la web, lo que van a ver es cómo ha cambiado la estructura familiar en América Latina y la importancia de lo que dije anteriormente con respecto a la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo.

En América Latina ya la familia mayoritaria no es papá, mamá e hijos, en América Latina ahora las familias mayoritarias son familias monoparentales, son familias con varias mujeres manteniendo la familia, no sólo la jefa de hogar, sino la abuela.

Hoy en día el rol que esto está cumpliendo en España, por ejemplo, son familias sin hijos, etcétera, pero la mayoría de las estructuras familiares en América Latina ya no es esa familia nuclear que tenía un padre proveedor, una madre en la casa e hijos. Por lo tanto, tenemos que poder tener una política social que dé cuenta de ese hecho y poder apoyar esas familias de una manera distinta.

Pasemos al tercero, que es el de educación. Ese es un gráfico que muestra la correlación entre la educación de los padres y la educación de los hijos. Y lo que quiero mostrar es que esa correlación en Estados Unidos, que es alrededor de 0.2, es mucho mayor en América Latina. Todavía hay una transmisión intergeneracional de la pobreza y la desigualdad a través de la transmisión de una correlación muy alta entre la educación que tuvieron los padres con la educación que tienen los hijos.

Tenemos que poder romper esa transmisión intergeneracional de la pobreza a través de la educación. Si ven la próxima filmina, van a ver cómo los padres que no completaron la educación primaria, los hijos no completan la educación secundaria; los padres que completaron la educación secundaria, los hijos tienen una mejor educación; los padres que completaron universidad, por supuesto sus hijos van en una mayoría a la universidad y pueden terminar sus carreras.

Ahora, no es sólo de la educación universitaria, es también el tema de la educación terciaria. Ayer mencionaba precisamente el ingeniero Slim el tema de cuál va a ser el tipo de educación y de la diversificación necesaria de la educación terciaria para poder, efectivamente, seguir por el camino del crecimiento con equidad.

Y el tercero en educación es el tema de la calidad. La calidad sigue siendo altamente segmentada, los sectores pobres tienen acceso a una calidad mucho menor que los sectores de mayores ingresos, los sectores medios hacen lo imposible para poder financiar una educación de calidad adecuada para sus hijos, que saben que es el pasaporte para una vida mejor en el futuro.

El segundo punto, como dije anteriormente, combatir la inequidad de género en serio, la necesidad de trabajar esta agenda es inaplazable y la agenda de evitar el embarazo temprano, porque efectivamente el embarazo temprano es una de las razones de la perpetuidad de la pobreza y la desigualdad en muchos sectores de la población.

Lo tercero, las oportunidades de la economía verde, de la energía renovable, de la revolución que va a traer el cambio climático. Para el 2015 el mundo se ha comprometido a llegar a un acuerdo obligatorio con respecto al cambio climático.

Los recursos y la asignación de recursos a este tema serán enormes en los años por venir. Muchos de los nuevos empleos del nuevo dinamismo de los sectores vendrán del compromiso de una mayor sostenibilidad en cuanto al desarrollo y de las biotecnologías y de las energías renovables, como se dijo ayer.

Los países que se pongan al frente de esta agenda tendrán una mayor posibilidad de generar los empleos, que como se mencionaba ayer y el ingeniero Slim decía de dónde vendrán los nuevos empleos del futuro; parte de los empleos importantes del futuro vendrán de esta agenda, de la biotecnología, de la economía verde.

Sin duda las tecnologías de la información todavía en América Latina serán muy importantes y también el papel de los servicios, pero el mundo necesita generar 600 millones de empleos en la próxima década para mantener niveles de empleo que sean compatibles con la cohesión social y con la sostenibilidad del crecimiento.
Mi último punto.

En Río + 20 hace pocas semanas en Brasil se llegó a un acuerdo sobre el tema del desarrollo sostenible, que es cómo compatibilizar crecimiento, desarrollo social y armonía con el ambiente.

Pero lo más importante que pasó en Río y que yo quiero compartir con ustedes no fue el acuerdo firmado por los representantes de todos los países del mundo, fue lo que pasó afuera de esa reunión.

Déjenme darles el siguiente dato. En todas las reuniones que se hicieron alrededor de Río con la empresa privada, con la sociedad civil y con muchos representantes de los países se asumieron de una manera que no es intergubernamental 700 compromisos que representan más de 513 millones de dólares en compromisos de inversión para la agenda de desarrollo sostenible, 513 millones de dólares para los próximos años.

¿Cómo fue esto?

Estas son coaliciones, esta es una nueva manera en la que va a funcionar mucho de este dinamismo en el mundo. Ya no fue el documento intergubernamental, fueron empresas específicas que se adhirieron a una agenda, fueron organizaciones de la sociedad civil que se adhirieron a una agenda, fueron países que se adhirieron a una agenda, aunque esa agenda no haya sido reconocida en el proceso intergubernamental.

Un ejemplo nada más. La iniciativa del Secretario General que se llama “Energía para Todos”, que tiene tres componentes: Hacer el acceso a la energía eléctrica universal, ustedes saben que hay 1.4 millones de personas en el mundo que no tienen acceso a la electricidad. Entonces, hacer el acceso a la energía universal.

Segundo punto. Duplicar la eficiencia energética.

Tercer punto. Duplicar la participación de las energías renovables en el total de la oferta energética.
Esto se menciona en el documento intergubernamental, pero lo más importante es que en esta coalición entre empresa privada, sociedad civil y gobiernos, más de 50 gobiernos ya se comprometieron con esta agenda, más de varias decenas de empresas privadas ya se comprometieron con esta agenda poniendo recursos.

Una multiplicidad de organizaciones de la sociedad civil se comprometió con esta agenda también poniendo recursos.

En este momento parte de las nuevas iniciativas del mundo van a ser llevadas adelante por las coaliciones de aquellos que son (inaudible)los que quieren llevar una agenda adelante y que va a representar un porcentaje tan importante de lo que va a pasar en el mundo que se va a convertir claramente muy pronto en el mainstreet, aunque los procesos intergubernamentales vayan detrás de ellos.

Por lo tanto, mi último mensaje es que esta agenda de combate a la  desigualdad de la pobreza que va unida a la agenda por el desarrollo sostenible, será lo que marque el paso también del crecimiento, de las mejoras en productividad y a la posibilidad del mundo de seguir, en los próximos 40 años, manteniendo las mejoras, la estabilidad y la sociedad más justa y más equitativa que heredamos 40 años atrás.

Muchísimas gracias.




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